Sepa & Diario El Peso
Junio 2022
Inicio
Editoriales
Literatura Popular
Literatura Ilustrada
Antología
Trece Misterios
Ciencia
Ensayos
Historia
Artículos
Música
Pensamientos
Novedades

Celos

por Luis de Góngora


¡Oh niebla del estado más sereno,
Furia infernal, serpiente mal nacida!
¡Oh ponzoñosa víbora escondida
De verde prado en oloroso seno!

¡Oh entre el néctar de Amor mortal veneno,
Que en vaso de cristal quitas la vida!
¡Oh espada sobre mí de un pelo asida,
De la amorosa espuela duro freno!

¡Oh celo, del favor verdugo eterno!,
Vuélvete al lugar triste donde estabas,
O al reino (si allá cabes) del espanto;

Mas no cabrás allá, que pues ha tanto
Que comes de ti mesmo y no te acabas,
Mayor debes de ser que el mismo infierno.

 

El Poeta de la Desdicha

[SEPA] Don Luis de Góngora y Argote (1651-1627) fue un poeta y dramaturgo español del llamado “Siglo de Oro” español, cuyo estilo literario ha influenciado durante siglos a escritores posteriores incluso hasta llegar al siglo XX. Fundador del “culteranismo” o “gongorismo”. Vivió en una época extraña en la cual las escuelas literarias generaban verdaderas pasiones teniendo el gongorismo defensores y admiradores como Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695), Salvador Jacinto Polo de Medina (1603-1676), Pedro Soto de Rojas (1584-1648) y tantos otros; y también acérrimos enemigos como los integrantes de la escuela “conceptista” cuyo líder era nada menos que Don Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) con seguidores como Baltazar Gracián y Morales (1601-1658) y; como si faltaran disputas, estaban también los de la corriente clasicista como Lope de Vega (1562-1635), Lupercio Leonardo de Argensola (1559.1613) y Bartolomé Leonardo de Argensola (1562-1631) que se consideraban, literalmente, enemigos de Góngora.

¿Qué dice Wikipedia?


Soledades


Siglo de Oro


Barroco Español

Góngora fue canónigo y durante su época de mayor prestigio consiguió que el Rey Felipe III de España le nombrara Capellán Real; a la par que su archienemigo Quevedo y Villegas le acusara de no honrar su dignidad eclesiástica por ser amante del lujo, la vida social, los juegos de cartas y la tauromaquia. Fue también un poeta satírico al igual que su contrincante y se dedicaron mutuamente varios poemas irónicos.

En 1626 se trasladó a la Corte para ejercer su nuevo cargo y gastó todo su dinero para conseguir cargos y prebendas para todos sus parientes quedando pobre. Finalmente falleció en 1627, en una extrema pobreza y víctima de una prematura arterioesclerosis, una enfermedad que llevaba tiempo padeciendo y que probablemente fue también la causa de la amnesia que sufrió en sus últimos años. Su espíritu ha pervivido, sin embargo, y se convirtió en el nexo de unión de los poetas que conformaron la Generación del 27, que se reunieron en torno a su figura en el Ateneo de Sevilla con motivo del tercer centenario de su muerte. Así describía Federico García Lorca en una conferencia las últimas horas de vida de Góngora:

“La mañana del 23 de mayo de 1627 el poeta pregunta constantemente la hora que es. Se asoma al balcón y no ve el paisaje, sino una gran mancha azul. Sobre la torre Malmuerta se posa una Iarga nube iluminada. Góngora, haciendo la señal de la cruz, se recuesta en su lecho oloroso a membrillos y secos azahares. Poco después, su alma, dibujada y bellísima como un arcángel de Mantegna, calzadas sandalias de oro, al aire su túnica amaranto, sale a la calle en busca de la escala vertical que subirá serenamente.

Cuando los viejos amigos llegan a la casa, las manos de don Luis se van enfriando lentamente. Bellas y adustas, sin una joya, satisfechas de haber labrado el portentoso retablo barroco de las Soledades. Los amigos piensan que no se debe llorar a un hombre como Góngora, y filosóficamente se sientan en el balcón a mirar la vida lenta de la ciudad. Pero nosotros diremos este terceto que le ofreció Cervantes”:

“Es aquel agradable, aquel bienquisto,
aquel agudo, aquel sonoro y grave
sobre cuantos poetas Febo ha visto.”

Aunque Góngora no publicó sus obras (un intento suyo en 1623 no fructificó), estas pasaron de mano en mano en copias manuscritas que se coleccionaron y recopilaron en cancioneros, romanceros y antologías, publicados con su permiso o sin él. El manuscrito más autorizado es el llamado Manuscrito Chacón (copiado por Antonio Chacón, señor de Polvoranca, para el Conde Duque de Olivares), ya que contiene aclaraciones del propio Góngora y la cronología de cada poema; pero este manuscrito, habida cuenta del alto personaje al que va destinado, prescinde de las obras satíricas y vulgares.

 

 

 

 

OTROS ARTÍCULOS

[SEPA] Tal vez muchos prefieran describir a Ezequiel Martínez Estrada (1885-1964) por sus posiciones políticas, enemistades o filiaciones partidarias, o por su actividad institucional ...Ir al artículo

[SEPA] A fines del siglo XIX en excavaciones al sur de Irak encontraron unas tablillas de arcillas cuyo destino fue el Museo del Antiguo Oriente de Estambul (Turquía). Olvidadas en cajones ...Ir al artículo

[SEPA] La sepultura”. Es un poema anónimo que figura en el libro Poetry and Prose of the Anglo-Saxons, Halle, 1960, del germanista alemán Martín Lehnert. Según Jorge Luis Borges el único manuscrito de esta obra data del siglo XII y ya deja traslucir ...Ir al artículo

[SEPA] La región que se extiende desde la cuenca de los grandes ríos hasta las primeras ondulaciones de la montaña, era el territorio de Argentina que el escritor Ricardo Rojas denominaba El País de la Selva. ...ir al artículo

[SEPA] Llamados villancicos, los poemas breves y anónimos, como el que hoy compartimos; tienen dos partes, el estribillo y la glosa. De neto origen popular, estas creaciones reflejaban los sentimientos más simples y nobles de la gente del burgo medieval español. Los poemas medievales eran transmitidos ...ir al artículo

Diario El Peso - Editado por S.E.P.A. [Servicios Editoriales Periodísticos Argentinos] - República Argentina

Registro de Propiedad Intelectual I.N.P.I - Nº Ac. 2883918 (s.r.m.)

Contactos: redaccion@diarioelpeso.com - publicidad@diarioelpeso.com - suscripcion@diarioelpeso.com